Día Internacional del Beso y Mundial de la Astronomía

                Hoy es lunes 13 de abril, ese mes extraño para los del norte que no acaba de decidirse entre el invierno y la primavera, con el frío de la Semana Santa, los días que afianzan la luz, las aguas mil, a medio camino entre el mayeante marzo y el marzeante mayo.

Hoy se unen el microcosmos y el macrocosmos, en un día Internacional y otro Mundial, entre los amantes y las galaxias o las amantes galaxias que se unen como en la imagen tomada por el  Hubble hace unos años y que los humanos denominamos “el beso de las galaxias” o “dos galaxias besándose”.

Y aquí, en nuestra ignorancia, desde lo más pequeño nos sentimos el centro del universo sin darnos cuenta que para él quizás no lleguemos ni a micropartícula. Mientras, ahí fuera, un mundo desconocido se manifiesta ante nosotros, aunque el común de los mortales se niegue a darle importancia mientras que congéneres científicos, filósofos, poetas, artistas viven por conocerlo e interpretarlo.

Quizás lo mejor sea dejarlo, por el momento, ahí dentro del misterio, quien sabe si conocer “su realidad” sea demasiado potente para nosotros y en algún momento alguien lo tapó con un velo de “reyes magos”, “ratoncito Pérez” y cuentos infantiles para adultos.

De cualquier manera, hoy se unen micro y macro. Con añoranzas de besos que estamos deseando volver a dar, de algunos que ya no daremos, de otros que ni tan siquiera conocen dueños. Con ilusión de galaxias por conocer, de misterios que descubrir, de realidades que comprender.

Y todo está en nosotros, manifestados en la relativa realidad del tao, un microcosmos que es a la vez un macrocosmos para otros.

Feliz beso, feliz primavera, feliz galaxia. Un maya nos diría feliz primavera galáctica.