¡Ay, el otoño!
Retamas - Clases semanales

23 Sep, 2022

¡Ay, el otoño!

Con la llegada de cada estación no puedo evitar recordar esa canción de Ana Belén donde enumera cada una de ellas.

Y estamos en otoño, ¡por fin!

Este año se ha retrasado un par de días más.

Estamos acostumbrados a la entrada de las estaciones según aprendimos en el cole: 21 de marzo, de junio, de septiembre, de diciembre.

Pero este año, el otoño nos ha dado un par de días más de verano, al menos ayer fue un precioso y soleado jueves, con ese viento cálido otoñal.

Ese  viento de les castañes, los maguestus, les hojes por los suelos de los parques… los catarrinos.

Y también con otra luz, menos intensa –a mí se me antoja más cálida y romántica-, cambio de horario hacedor de días más cortos y  noches más largas.

Después de un largo, cálido –incluso sofocante- y seco verano, el cambio de estación amanece con un día gris, más fresco, quizás triste para algunos.

Sí el verano es expansión, volcarnos en el exterior, el otoño comienza a invitar al recogimiento, a salir menos, quedarse más en casa.

Sin embargo, la naturaleza invita a recorrer sus parques, los bosques llenos de matices, colores, los paseos por las playas.

Porque después de estar hacia afuera, el volver hacia dentro, necesario para asimilar, atesorar, reflexionar, recuperar nos puede llevar a olvidar la necesidad de luz de nuestro cuerpo.

Según las estadísticas, más de la mitad de los españoles sufrimos carencia de vitamina D, ¡nosotros habitantes de uno de los países europeos con mayor número de horas de luz!

Nuestros hábitos han cambiado en las últimas décadas, utilizamos más productos para protegernos de las radiaciones solares y lumínicas –no me siento delante del ordenador o del móvil sin protector facial-, nuestros alimentos son cada vez menos naturales y todo eso dificulta la absorción y asimilación de la vitamina D.

Cada vez más profesionales de la salud se preocupan de medir estos índices en nuestras analíticas, nos recomiendan suplementación, tomar el sol y alimentarnos correctamente.

Desde Centro Retamas queremos compartir contigo un pequeño truco, quizás lo practiques porque no es  novedoso ni extraño, pero nos gusta contarte qué nos viene bien a nosotros en la vida cotidiana.

¡Nos encanta el otoño! Y procuramos disfrutarlo tanto como podemos, como cada estación del año.

Por eso buscamos siempre un ratito del mediodía, cuando puedes mirar al sol sin necesidad de protección ocular, para sentarnos y dejarle bañar con sus rayos una parte de nuestro cuerpo: brazos, piernas, ambos, rostro.

Siempre con una buena crema para bloquear radiaciones y evitar quemaduras.

Porque ese sol, además de ayudar a cargarnos de vitamina D, calienta nuestro cuerpo y reconforta nuestra alma.

Si ya lo practicas, ¡perfecto!.

Si no, ¡anímate a probar! Sal de casa, busca un banco en algún parque o siéntate cerca del mar porque sus sales también llegarán a ti.

Pasea, recoge castañas, setas –sólo si controlas el tema-, ramas, flores, juega con las hojas caídas de los árboles que forma una hermosa y crujiente alfombra.

En definitiva, ¡disfruta del otoño!.

Y, si quieres, ven a compartir un rato con nosotros, ¡te esperamos!

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