¡Qué bello es vivir!
Este año parece un poco difícil gritar ¡Qué bellos es vivir!, quizás sea cuando más sentido tiene y falta nos hace ver también la película con este título, para mí es una tradición.
Pero no lo fue siempre, fue una tradición incorporada cuando la vida me fue enseñando sus cambios y evoluciones.
Entre 1981 y 1985 tres personas importantes en mi vida dejaron de sentarse con nosotros en Navidad y casi nada parecía igual. Así que creamos nuevas tradiciones, nuevas costumbres unidas a nueva familia.
Ya casi somos especialistas, con la capacidad de adaptarnos a los cambios como auténticos camaleones en su cambio de color.
Y claro, 2020 no va a ser la excepción, hemos sufrido pérdidas familiares, también laborales, pero nunca de ánimo.
Este año más que nunca estaré buscando en alguna cadena mi peli de Nochebuena, volveré a reir cuando el policía y el taxista preparen la luna de miel de los novios, volveré a llorar cuando el tío pierda el dinero en el mismo banco y a enfadarme con la actitud del banquero.
Volverá a enternecerme el ángel cuando oiga sonar la campana anunciando sus alas, y a ilusionarme cuando comiencen a llegar los vecinos trayendo su pequeño aporte a la causa.
Y volveré a pensar, a pesar de todo “Qué bello es vivir” porque cuán importantes somos cada uno de nosotros en las vidas de quienes nos rodean. ¿Verdad?
Desde Centro Retamas, te deseamos ¡Qué tengas unas bellas y buenas navidades!
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